viernes, 21 de diciembre de 2007

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Sergio.

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Sergio era un chico menudo, el más bajito de la clase tal vez. Sus brazos frágiles como palillos de dientes y su tez blanquecina, contrastaban con su cabellera negra y brillante, como la de un can de pura raza. De andares humildes, pasaba desapercibido para cualquier ser normal. Pues caminaba siempre con la cabeza inclinada y los ojos… aquellos ojos negros y vivaces de ave rapaz, anclados al suelo.
Conocí a Sergio – aunque realmente dudo llegara a conocerlo nunca – cuando solo tenía catorce años. Las raras veces que se soltaba a hablar, con una convicción alarmante que a mí me intranquilizaba porque no entendía ni estaba preparado para semejante audacia, él confesaba lo qué iba a ser de mayor.

“Seré abogado de penales.”

Manifestaba, con una seguridad tan apabullante, que yo jamás me atreví a poner en duda.

Aquel verano fue cálido en la meseta septentrional de Castilla. Mis padres decidieron alquilar un chalé en un pueblo solitario y aburrido. Al menos en lo que a mí concernía, siendo un chico joven y con inquietudes. Sin embargo, para ellos escapar de la ciudad, supongo, debió ser una delicia.
Me agobiaba. Los días se sucedían calcados unos a otros, de tal forma creí morir de aburrimiento.
Hasta que un día recibí la sorpresa. Me avisó mi madre. Era una llamada de un tal Sergio, me dijo. No pude dar crédito cuando oí su voz al otro lado del cable. Y más cuando me aseguró estar cerca, muy cerca; a apenas quince kilómetros, en un pueblo donde casualmente también veraneaba su familia.
Entonces me enteré de lo del empleo de su padre. Era algo importante en la “RENFE” y para venir a visitarme, apenas le costaba el billete del tren de cercanías.
De tal forma las expectativas de aquel verano aburrido dieron un giro de noventa grados.

Sergio venía a verme a diario, y por unas breves, aunque aleccionadoras y entretenidas semanas, llegamos a convertirnos en uña y carne. Él no varió un ápice su forma de ser, en cambio yo aprendí a disfrutar con sus largos silencios mientras, por ejemplo, observábamos evolucionar a una mantis y nos instruíamos en sus terribles métodos de caza. Durante los días de letargo y más inclemente bochorno del verano, nos rociábamos con el agua helada de la manguera del jardín entre risas y exclamaciones; exploramos la vieja casona abandonada y ocultos en su frondoso jardín nuestra imaginación dio forma a bellas damas, fantasmas y extraterrestres.
Dirimimos por Natalia, la chica guapa del pueblo, quien a veces fue nuestra compañera y nos instruyó cómo había que besar.
Ciertos días en que él se quedó a dormir en casa, acurrucados ante una puesta de sol, entre toses y arcadas sin desenfreno, me enseñó a tragar el humo de mis primeros cigarrillos, y más tarde, en la oscuridad silenciosa de la noche, inició a mis sentidos a embelesarse con la brillante y dulce sonata de los grillos. Y ya, en la habitación instantes antes de acostarnos, a bajo volumen, pinchaba en el tocadiscos lo que el consideraba su joya: el Tubular Bells de Mike Olfield. Escuchando y soñando su música nos dormimos tantas veces...

Y así fue como, sin ser consciente, llegué a quererlo admirarlo y protegerlo como al hermano que no tuve; porque, pese a ser débil como una pluma, resultaba tan valioso o más que un tesoro.

Recuerdo la primera mañana que lo esperé en la estación y no apareció. Al volver a casa lloraba de rabia. Me encerré en mi habitación sin querer hablar con mis padres.
Al día siguiente tampoco llamó. Me dio igual, acudí a la estación por si se trataba de una de sus bromas excéntricas.
Lo estuve aguardando toda una semana. Iba por las mañanas y esperaba un par de horas sentado en un banco viendo pasar trenes.
El primer lunes, transcurrida la primera semana, me llamaron. Por fin, estaba seguro ¡sólo podía ser él!
Escuché una voz tan parecida… aunque no era la suya. Dijo ser su hermano mayor. Entonces me contó lo del accidente del tren y colgó.

Volví a encerrarme en mi habitación y ya no salí de allí hasta casi el final del verano. Cuando lo hice ya era el penúltimo día de estancia en el pueblo. Sin que mis padres tuvieran conocimiento, lo primero que hice, fue regresar a la estación a esperar. Aguardé durante horas sentado hasta que me quedé en duermevela. Entonces vi llegar un tren. Se detuvo pero no salió nadie. Volvió a arrancar y de pronto, en una de sus ventanillas, lo vi. ¡Allí estaba Sergio asomado! Entre sus frágiles manos tenía un pañuelo blanco y sonreía al agitarlo, se despedía y decía:

“¡Recuerda bien esto y que no se te olvide! Cuando sea mayor seré abogado de penales. Nos veremos, pronto, muy pronto….”

Abrí los ojos, y por primera vez en muchos días me sentí tranquilo y relajado. Salí del hangar de la estación y me sorprendió un día soleado, en el cual antes ni siquiera había reparado. Y, además, ya eran más de las dos de la tarde. Volví corriendo a comer a mi casa...


¡FELIZ NAVIDAD A TODOS LOS QUE VISITÁIS ESTE BLOG!


José Fernández del Vallado. 2007

37 libros abiertos:

Vivianne dijo...

Es un relato muy bello, la tierna infancia y los amigos de corazón que se consiguen a esa edad, esos son los verdaderos, los sanos y puros, a pesar de la tragedia estoy segura que Sergio quedó anclado en el alma y corazón recordando los mágicos momentos vividos en la niñez, enhorabuena mi Josecito, felicidades!!!!

Trini Reina dijo...

Es cierto que esos amigos de la infancia, siempre permanecen en nuestro recuerdo y muchos, en nuestro corazón.
Como siempre, muy bello relato.Te felicito.

Feliz Navidad y venturoso 2008.
Abrazos

Hermoso relato, Josf... si... hermoso!!!

Cuántas veces nos suceden cosas...pero saber relatar de esta forma es un don que no todos poseemos...

Gracias por tus deseos, se retribuyen!!!

Abrazos!!!

Lidia

Anónimo dijo...

Este relato me tocó la fibra sensible. Su sensibilidad, la amistad de los muchachos, la descripción del personaje. Todo realmente emotivo.

Felicidades por tu buen hacer. Un saludo.

Se me caen las lágrimas... este relato es muy emotivo Josef!

Nunca se van del corazón las personas que nos marcan de esa forma.

Un beso y felicidades en estas fiestas! :)

Enzo Antonio dijo...

Feliz Navidad junto a todos tus seres queridos, es mi deseo sincero,
y que el próximo año esté lleno de bendiciones.
Enzo.

Gi dijo...

Encantam-me estas visitas. A leitura dos teus textos, um pouco também o regresso à infância na companhia do teu Sérgio (se bem que li mais textos aí para baixo) .

Passei não só para pôr a leitura em dia mas também para te deixar um beijo e os votos de Feliz Natal . Se precisares de alguma coisa aquando da tua estadia em Portugal contacta-me por mail .


Tudo de bom para ti e para todos os que te são queridos

Tua amiga

Gi

DudaDesnuda dijo...

Bueno, por lo menos está a tiempo de querer cambiar de profesión...

Besos navideños

Hola!!!!!!!!!!!

Hemos compartido todo el año por medio de la cibernética, por lo tanto también quiero estar en tu mesa en estos días festivos.

De corazón te deseo lo mejor para vos y tus seres queridos. Perdona a los que no se han portado tan bien.........

Un besote y abrazo de oso.

esteban lob dijo...

Devuelvo visita, agradecido y admirado por tus escritos profundos y tan humanos.

Muchas felicidades.

Nerim dijo...

Los amigos de la infancia algo digno de recordar, mantener y como dijo Woody Allen, La amistad es como la mahonesa, cuesta un huevo y hay que procurar que no se corte.

Muchisimas gracias por tu visita a a mi blog, no sabes la ilusión que me ha hecho, pues siempre es una alegría para mi conocer a quien le gusta pasar por mi casa.

Felices Fiestas y que el año nuevo sea pródigo con toda clase de parabienes.

Un abrazo Navideño

Insisto... dijo...

Debo sentirme alagada que entraras a mi blossss…debería estar triste por tu delicada historia, pero estoy feliz…entraste a mi rincón y te conocí…gracias.


Te anoto en mi blossssss, pero YA!!!! jojojoj


ahhh las infancias nos marcan indescriptiblemente.

Gi dijo...

Hermoso relato!
Un saludo y muchas felicidades

Polvorilla dijo...

En primer lugar quiero agradecerte tu visita y en segundo lugar felicitarte por tu magistral escrito.

Feliz Navidad.

fgiucich dijo...

Gracias por visitar mi casa y dejar tus comentarios. Volveré. Abrazos y felicidades.

que belleza de historia, la amistad sobre todo de la niñez es la que jamas olvidamos, son esos amigos que quedan en el alma para siempre, sobre todo una persona tan especial como el
me dejaste recordando esos amigos que cada vez que he buscado no he podido encontrar, pero estan en el corazon igual
la verdad que tu texto me emociono mucho, Sergio era especial y tu tambien amigo logras llegar siempre al alma
gracias por tus lindos saludos y tu compañia en el blog de Freyja, es verdad nos conocemos solo este año, pero hemos compartido ambos momentos de escritos y nuestra amistad se ha ido uniendo , gracias amigo
mil disculpas si no he venido antes, pero he estado enferma y eso me ha tenido un poco alejada de todo, pero lentamente voy contestando a los amigos como tu y dejandote un gran abrazo
te deseo una hermsoa navidad de amor y paz junto a la familia, y que el nuevo año que ya viene sea de mil cosas lindas que te mereces
te dejo muchos cariños y que estes muy bien amigo
besitos


besos y sueños

CONSCIENCIA dijo...

Me has dejado pegada al monitor....imaginando cada escena, la despedida y el re-encuentro con uno mismo, el estar en paz.

Rebel dijo...

Interesant relato, te deseo lo mismo amigo, y gracias por tu visita.
besos

Mos dijo...

Joder Josef, esto no se hace. Has hecho humedecer mis ojos y querer tener un Sergio junto a mí.
Tu relato desprende humanidad y ternura.
Y sólo una persona excelente puede escribir algo así.
Te deseo lo mejor y seguiremos leyéndonos.
Gracias por tus escritos con los que tanto me identifico. Y la música.
Un placer para mi alma.

La navidad abre puertas semicerradas y surgen relatos como el tuyo. Tuve una amiga "fragil"; se la llevó un accidente de coche y en estas fechas la recuerdo, si cabe, aun mas. Mis mejores deseos de felicidad en estos días de Paz y Amor. Que el espiritu festivo te acompañe durante todo el 2008. Besos

tumejoramig@ dijo...

Me he emocionado muchísimo con este relato tan bello y la historia que cuenta.

Realmente preciosa.

Feliz Navidad y muy feliz 2008!

Me encanto el relato. Hay mucha sensiblidad en el...
Una feliz navidad y los mejores deseos.

Un abrazo a la distancia.

AnyGlo dijo...

Felicidades también para tí!!!!

Nico dijo...

Josef!! Te dejo un abrazo gigante navideño espero que la pases bien y que Papa Noel traiga a su casa abundancia en trabajo, felicidad y afecto!!!

Que Dios te protega y te ilumine con las hermosas letras que nos muestras.

Que la pases de maravillas.



Nicolas.

IMAGINA dijo...

Esta cuerva se va a tomar un descansito para gozar de la familia,de las comilonas navideñas, de los amigos que nunca tiene tiempo de ver,y de ese maravilloso regalo que es poder pasar tus navidades en la playa al sol siempre brillante de Venezuela.



Que tengas una Feliz Navidad.

Gasper dijo...

Buena historia como cierre del año.

Espero que siempre podamos aprender de ellas y de las demás vidas.

Te deseo un gran año.

Muchas felicidades

Anónimo dijo...

Muy buen relato; Lo viví. ¡Genial!
¡FELIZ NAVIDAD!

Tanhäuser dijo...

Un relato magnífico, Josef.
Felicidad para ti también.
Un abrazo

Un relato donde la sensibilidad aflora en la dulce evocación de la amistad.
Es la primera vez que visito tu Blog, ha sido una grata experiencia.

ItoCuaz dijo...

Josef: es un buen relato, sin duda. Por un momento me transportaste a aquellas líneas de Herman Hesse en Demian. Disfrute tu cuento, tanto como disfrute aquel libro en escuela secundaria.

Recibe un abrazo afectuoso desde México! Gracias por tu visita y espero que no sea la última.

Me ha cautivado tu historia, ÉL se despidió de ti, lleno de Amor y Esperanza, esa que te la regaló a ti.
Gracias por tus Generosas Palabras.
Que el 2008 traiga la consumación de todos tus Sueños.
Un Gran Abrazo ☼

Tris dijo...

Hola Moderato_Josef,
es todo un privilegio para mi, haber llegado a este blog, es evidente que volveré.
Gracias por dejarnos conocer a “Sergio”, por hacernos sentir lo que tu sentiste, con una enorme sensibilidad, un sentimiento aun latente hoy en día.
Gracias por acercarte a mi blog y darme la oportunidad de conocerte.

un saludo, ;)

Anónimo dijo...

Me encantó este relato!!

No solo me encantó sino que me emocionó mucho también!

Te agradezco profundamente tu visitaa mi blog, de esa manera me has dado la posibilidad deconocerte y en realidad, ha sido un tremendo placer!!

Que tengas un excelente fin de año y el mejor 2008 para vos,

Espero podamos seguir conectados.

Un abrazo.

Visnja Roje dijo...

JOSEF:Me encantó tu relato, dos amigos que deben separarse, y el lo espera y sigue yendo a buscarlo
y me encantan tus relatos,preciosos
Josef, está puesto el último post del año

un beso

Visnja

josef dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
un dress dijo...

lindO!



beijO...bOm anO ~




:)

Anónimo dijo...

Hermoso, hermosísimo.
Un cuento lleno de ternura y sensibilidad.
Unos niños que experimentan el sabor de la amistad verdadera, los juegos y primeros cigarrillos compartidos.
Es una delicia leerte, querido amigo.
Y me alegra poder dejar comentario en tu blog pues hacía tiempo que, no sé por qué, no podía hacerlo. Cosa de ordenadores, funcionan cuando quieren...
Un beso y sigue escribiendo.
Neli.

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