viernes, 27 de abril de 2007

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De La Locura...





Estaba perdido. Envuelto en el laberinto que formaban las cepas de un árbol que como lenguas de serpiente me atrapaban. Había salido a buscarla, y desde el principio todo se había vuelto en mi contra. No lo ignoraba, era ella. Ella quien lanzaba dardos ponzoñosos para herirme y detenerme. Ella quien dejaba estelas de alquitrán a su paso en las aceras y esquelas fúnebres invitándome a desaparecer absorbido por mil tifones salvajes. Ella quien rechazaba mis pobres debilidades humanas; las mismas que me habían llevado a sucumbir ante la belleza de su hermosa figura de mármol, y a enamorarme. Las mismas que me habían llevado a auto flagelarme tratando de penetrarla. De invadir sus sentimientos hasta colonizarlos. Y revolcarnos junto a la estatua del jardín botánico aquella hermosa mañana de mayo. Aquella sublime figura me hizo temblar de emoción, partirme en infinitos sentimientos contradictorios. ¡Dios! como la amé.

Y ahora estaba solo otra vez. Perdido en medio de una oscura confluencia de mil veredas diferentes. A punto de saltar al abismo de lo irracional y sin embargo me daba cuenta que aún me retenía el laberinto que formaba en torno a mí. Quería volver a hablar con ella pero ya hasta las palabras me salían absurdas por la boca. Y los besos se escurrían en mi lengua antes de alcanzar la suya. No, ya casi no quedaba lenguaje en mí, ni entre nosotros. Ella ¿estaba hecha de una materia diferente? Y sin embargo ¿antes no éramos iguales? ¿No fuimos uno solo? ¿No se fundieron nuestras arterias lo mismo que metal licuado? ¿No hubo sonrisas en el aire? ¿Y qué de las promesas? ¿Y qué de los besos sellados con fuego? ¿Y qué de nuestra religión compartida en secreto? ¿Tuvimos esa religión? ¿Tuvimos esa fe? ¿Tuvimos esa paz? ¿Tuvimos ese gozo? ¿Tuvimos esas alas? ¿Tuvimos esa fuerza? ¿Tuvimos ese mundo propio…?

Quiero llorar y no me sale una lágrima de amor. Quiero reír mi estupidez congénita que es la de todo el ser humano enamorado y tampoco lo consigo. Estoy enredado; enredado en un mar de raíces. Sujetan mis miembros para que no pueda cometer más estupideces de las que ya una vez cometí. ¿El amor es estúpido y loco a veces? No… Si… Si es así desearía volverme loco para siempre con tal de verla una vez más…






José Fernández. Josef.2004.

2 libros abiertos:

Anónimo dijo...

Reflejas estupendamente lo que se siente cuando se está enamorado pero ella ya no.

Magda M.

pato dijo...

El amor es tan deliciosamente fácil , pero lo hacemos tan difícil ... y al final , quien sabe exactamete qué es el amor ?
Hermoso post !

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